NOVIA
CADÁVER.
Dirigida por Tim Burton y Mike Johnson,
en base a un
guión de John August, Caroline Thomson y Pamela
Pettler, con banda sonora de Danny Elfman
y los diseños de los personajes creados por los hermanos Grangel
(Carlos y Jordi), La novia cadáver cuenta la historia de un
triángulo
amoroso atípico, imposible, absurdo y sin embargo
entrañable. En un
típico pueblo victoriano de provincias, dos familias
están apunto de
sellar un pacto que asegurará su futuro y el de sus respectivos
hijos.
La primera, rica gracias al comercio de pescado en la zona, cuyos
cabezas de familia son Nell y William Van Dort (voces
de
Tracey Ullman y Paul Whitehouse), desean la estabilidad social que
representa un título nobiliario, así como ingresar en los
círculos
cortesanos. La segunda familia, noble de nacimiento y descendiente del Duque
de Everglot, encabezada por Maudeline y Finis Everglot
(voces de Joanna Lumley y Albert Finney), en la ruina económica,
desean
las riquezas de las que antaño dispusieron, aunque para eso
hayan de
sacrificar su buena reputación dando en matrimonio a su hija Victoria
(voz de Emily Watson) al vástago de un pescadero. Sus padres,
casados
por conveniencia, jamás han apreciado en ninguna forma a su
hija, pero
en este apurado momento puede convertirse en la salvación de la
familia.
Así las cosas,
se dispone el casamiento de los dos novios, pese
a que
ambas familias se detestan hasta el hastío. Víctor y
Victoria se
conocen por primera vez en la víspera del primer ensayo de la
boda en
casa de la familia Everglot, y desde el primer momento, los
sorprendidos novios se dan cuenta de su mutua atracción. Desde
ese
momento, la predisposición de ambos al casamiento cambia
radicalmente,
muy al contrario de lo que sucede con sus respectivos padres, que
aún
rezumando odio por cada uno de sus poros, siguen adelante con sus
planes. Ambos novios son muy tímidos y torpes, y durante el
primer
ensayo Víctor mete tanto la pata que logra hastiar al pastor Galswells
(voz de un fantástico Christopher Lee), quien le echa del lugar,
asegurándose que no se casará hasta que no sea capaz, al
menos, de
pronunciar sus votos (o al menos de no prender fuego a su futura
suegra).
Víctor,
totalmente deprimido, sale corriendo del lugar y se
interna
poco a poco en el sombrío bosque que rodea el pueblo, mientras
intenta
en vano una y otra vez pronunciar sus votos para casarse con Victoria.
Al llegar a cierto punto logra por fin hacerlo bien, poniendo el anillo
de compromiso en una quebradiza rama chamuscada. Pero su alivio es
rápidamente interrumpido por un súbito temblor. De
repente, un cuerpo
emerge ominosamente de la tierra, y lo que antes era una rama negra
como el carbón es ahora la mano de la Novia Cadáver
(voz de Helena Bonham Carter). Víctor se ha prometido, sin
buscarlo,
con la mujer equivocada. Confuso y aterrado, es arrastrado al interior
del Mundo de los Muertos, donde su novia le explica que
falleció asesinada mientras esperaba a su prometido en el
bosque, y
desde entonces espera a que alguien la rescate del olvido y ponga un
anillo en su dedo. Víctor intenta en vano que ésta
comprenda que no
puede atender al compromiso, y que ha de volver al Mundo de los
Vivos, cosa que finalmente consigue con la excusa de tener que
presentarle a sus padres.
Mientras, los Everglot, humillados por la
desaparición de Víctor, conciertan la boda de Victoria
con el sombrío Barkis Bittern
(voz de Richard E. Grant). Ésta, horrorizada, intenta hacerles
comprender que quiere casarse con Víctor, a quien ama, y no con
el
señor Barkis, que cae tan bien a sus padres.
Víctor
deberá lidiar contra las poderosas fuerzas que le
separan de su
amada, y contra los divertidos Muertos, que aprecian profundamente a la
Novia Cadáver.
Tras la estela de la
sorprendente Pesadilla antes de Navidad, Tim
Burton
ha vuelto a utilizar la técnica de “stop motion”
(animación fotograma a
fotograma) para realizar esta estupenda película rebosante de
humor
negro (como el carbón, por cierto) y crítica social al
sistema de vida
victoriano. Según él mismo afirma, dicha técnica
le “encanta, ya que es
muy táctil. Hay algo maravilloso en el hecho de poder tocar y
mover
físicamente a los personajes, y ver que su mundo existe
realmente. Es
similar a hacer una película de acción real… si lo
haces todo con una
pantalla azul, no tienes la sensación de estar realmente
ahí, algo que
sí sucede con el proceso de stop-motion. Después de hacer
Pesadilla
antes de Navidad, buscaba algo que hacer en el mismo medio, porque me
encanta la animación en stop-motion, es una forma de arte muy
especial.
Joe Ranft, un amigo mío, me dio un pequeño relato corto,
un par de
párrafos de una vieja historia popular, y parecía
adecuado para este
tipo concreto de animación. Es como el casting… quieres
unir el medio
con el material. Y esto resultaba bastante parecido”. La historia
de la
Novia Cadáver (Corpse Bride) tiene su origen en una historia
popular
rusa, protagonizada por un desdichado novio y una novia muerta que
contraen un matrimonio no deseado.
La película
posee el impecable y peculiar estilo de Burton,
quien
vuelve a mezclar de nuevo con acierto el mundo de los vivos con el de
los muertos, trivializado este último gracias a los ligeros y
bien
ejecutados números musicales repletos de esqueletos, cuerpos
pútridos y
colores lívidos, durante las noches del local Ball and Socke.
El grupo The Skeletones se encarga de poner el contrapunto
divertido a la historia, y su líder, Bonejangles,
tiene la voz del propio Elfman. La diversión es, como siempre
con
Burton, un ingrediente esencial, y os puedo asegurar que es constante y
está bien insertada en la historia: no en vano, con lo cansado y
dormido que iba a esas horas, me animó y despertó de
forma definitiva
la forma de danzar de los diferentes personajes y el ritmo de las
canciones de Elfman. Sin embargo, Burton también sabe conservar
el
ambiente tragicómico de la historia en medio de tanta
diversión, algo
en lo que es un maestro. El propio Elfman comenta al respecto de la
película: “Al igual que en Pesadilla antes de Navidad,
escribir
canciones para La novia cadáver fue algo muy especial, las
imágenes de
Tim son el complemento perfecto del tipo de música que
más me encanta
hacer. Estas historias maravillosamente divertidas, oscuras y poco
convencionales son para mí la plataforma perfecta para escribir
en
estilos extraños y ligeramente distorsionados, como en mi
favorita
época musical, el jazz de 1930. Sólo espero que hagamos
más en el
futuro”.
Sin
duda las voces de los diferentes actores son un ingrediente
básico ene
La Novia Cadáver. Se nota que la forma de elegirlos corresponde
a
criterios estéticos y de modulación, y no simplemente se
trató de
elegir personalidades conocidas del mundo del espectáculo para
dotar de
reconocimiento a la película. Por supuesto, el maestro Christopher
Lee borda su actuación, convirtiéndose en la
referencia básica en el doblaje de la película, dotando
al pastor Galswells de una vileza y una fuerza visual
demoledoras. Helena Bonham Carter está perfecta como la Novia
Cadáver,
un personaje triste y taciturno con esperanza en la felicidad (no en
vano cree que Víctor quiere estar con ella) y con algún
que otro
arranque violento cuando la realidad amenaza su fantasía, pero
sobre
todo imbuida en una resignación brutal por su condición
de novia
rechazada. Johnny Depp es definitivamente Víctor,
un
personaje torpe, inteligente, soñador y de una profunda
moralidad, pero
víctima de una sociedad reprimida y atada a viles
clichés. Al parecer,
Depp interpretó al personaje central de la Novia Cadáver
durante las
noches que le dejaba libre su trabajo en la estupenda Charlie y la
Fábrica de Chocolate, también de Tim Burton, y supone
su quinto proyecto en común, tras estas dos películas y Eduardo
Manostijeras, Ed Word y Sleepy Hollow.
Según afirma Tim, “cada vez que he trabajado con Johnny es
algo
diferente, está interesado en ser un personaje y no
necesariamente en
su imagen, y me resulta muy apasionante trabajar con actores
así.
Especialmente con los que el público considera como los
más atractivos
de la revista People, o como quiera que les llamen. Está
realmente
dispuesto a asumir riesgos que no tienen que ver con la imagen ni con
el dinero. Y cada vez es diferente y mejor. Es magnífico
encontrar
gente así con la que te puedas comunicar a un nivel casi
subconsciente”. Victoria está interpretada por Emily
Watson, dos veces nominada al Oscar a la Mejor Actriz por Rompiendo
las Olas y Hilary and Jackie,
y su personaje es una chica dulce y tímida sorprendida por la
personalidad de Víctor, y enfrentada a sus padres muy a su pesar.
La nota
española en La novia cadáver la tenemos en el
diseño de los
personajes: Tim Burton hizo unos bocetos basándose en la idea
original
del guión, y el equipo de Carlos Grangel
(compuesto por él mismo, por Jordi Grangel y Carles
Burgés) les dio
forma y desarrolló. El propio Burton comentó que
“Carlos básicamente
cogió unos sencillos bocetos que yo había hecho y los
desarrolló. Son a
menudo bastante rudimentarios, pero él fue muy sensible en el
sentido
de intentar comprender cuál el tono y el estilo de todo ello y
luego
darles cuerpo, por decirlo así”. Más tarde, al
finalizar completamente
el guión, los encargados del storyboard planificaron todos los
planos
de los personajes, que finalmente fueron animados por Mackinnon
y Saunders.
Partieron de un armazón de metal para cada uno de ellos, que
hizo las
veces de esqueleto, dotándoles de equilibrio y estabilidad, y
posteriormente se añadió una especie de piel de espuma y
silicona, para
que las figuras tuvieran mucha resistencia y viveza de color incluso
ante el calor generado por los focos. La animación fue bastante
diferente a Pesadilla antes de navidad, lo cual se nota en la fluidez
de las escenas de La novia cadáver. Al contrario que en la
primera
película, donde usaban distintas cabezas de cada uno de los
personajes
con diferentes rasgos, en esta producción instalaron un sistema
de
engranajes manipulados mediante llaves Allen e inglesas. Mediante un
sutil ajuste de éstos pueden cambiarse expresiones faciales y
corporales, dotando a los personajes de mayor fluidez interpretativa.
Para albergar todo el sistema, las figuras tuvieron que ser al menos de
30 centímetros de alto, y los decorados tuvieron que
diseñarse y
construirse de acuerdo a esa escala.
Un
gran esfuerzo de producción para una película de
animación artesanal
que sin duda tendrá un gran éxito en taquilla cuando se
estrene a
finales de este mes de octubre en las salas de todo el mundo.
Lástima
que en nuestro país se pierda la interpretación original
de los
actores, ya que las voces son excepcionalmente buenas y tienen parte en
la buena factura de esta película coral de Tim Burton. El
Maestro de lo
Oscuro lo ha vuelto a conseguir…